lunes, 30 de agosto de 2010

Punto


Suspensión
Ha llegado el momento de poner punto a esta experiencia blogera.
No pensé cuando decidí usar esta nueva herramienta de comunicación que iba a dar tanto de sí, que iba a tener personas que me leyeran, que lo hicieran asiduamente y que además me apoyaran.
Eso es una experiencia muy enriquecedora.
Por una ocasión voy a ser optimista, veo que este blog, ha tenido cierto eco, y eso realmente es un motivo para la esperanza.
Sin embargo ha llegado el momento en el que no se me ocurre más que escribir, no tengo ya mucho más que criticar de una forma tan profusa del "entorno cofrade madrileño"
Siempre son las mismas críticas, las glorias siguen siendo más bien desastrosas, aunque hay loables iniciativas y alguna faceta que se puede salvar en alguna de ellas, Madrid sigue careciendo de interés por las glorias como lo carece generalizadamente de lo cofrade.
Poco más podemos criticar a unas instituciones que no valoran como parte de la cultura de la ciudad ni a la semana santa ni a las tradiciones cofrades, sino que las contemplan desde la condescendencia y con un cierto punto de desdén pues parece recordarles lo antiguo y a nuestros próceres parece que les interesa mucho más lo nuevo y lo moderno.
El foco principal siempre ha sido la semana santa, otro capitulo donde todo está ya más o menos criticado y visto, y sinceramente no aparecen novedades que sean merecedoras de una crítica extensa.
Sigue igual de estancada, y ahí sigue habiendo un buen número de hermandades suspendidas y otras que merecían serlo, porque están muy lejos del funcionamiento que deberían tener instituciones que dicen llamarse hermandades, o congregaciones como suelen titularse algunas hermandades madrileñas.
En definitiva, este punto, que es un punto y aparte, pero no un punto final, viene a ser un anuncio de que el blog no se actualiza, porque fundamentalmente no hay motivos para ello ¿Qué más criticar?
No por mucho madrugar amanece más temprano, por mucho que reincida en la critica, por mucho que busquemos los errores y los que erran, el resultado es que aún estamos lejos de una nueva fase en la que las cosas a criticar sean otras.
No quisiera caer en la redundancia, y realmente me parece que ya hemos puesto el foco en casi todo lo criticable, quizás haya cosas que nos dejemos, quizás haya muchos temas colaterales en los que podría explayarme algunos, muchos relacionados con la política, con la sociedad, con la historia, pero sería mezclar mucho las cosas para llegar al mismo punto.
Es posible también que haya pequeños matices, pequeños aspectos, lo que podríamos llamar "flecos" sueltos, que se han pasado por alto, en los que no he reparado y que también merecerían un análisis. Dejémoslos sueltos.
Llegarán no obstante algunos acontecimientos, que tienen relación con lo cofrade, como el anunciado viacrucis del año 2011, que obviamente será objeto de una entrada.
Y quizás aparezcan algunas novedades en las próximas semanas santas y en las próximas glorias que merezcan ser tratadas con una entrada.
Mientras hay que decir que han aparecido loables y valiosas iniciativas, muy interesantes para los cofrades de Madrid, nuevas herramientas que mejoran este blog, los foros, en especial el foro Madrid nazareno, es un lugar donde hay un buen elenco de cofrades muy activos y muy entendidos que aportan mucho a la "teoría", un lugar estupendo para encontrar la crítica, y la contracrítica, para encontrar información y para aprender mucho de lo cofrade de Madrid, así pues nos veremos por esos lares.
Muchas gracias a todos.

2 comentarios:

La verdad esta ahi fuera dijo...

Lastima que no continue con el blog. Espero que algun dia vuelva a la aventura.

Nazareno de Cuenca dijo...

Estimado amigo, cuando he leído esta entrada no he podido ni querido dejar pasar la ocasión de escribirte. Para mí, es una auténtica lástima que un blog como éste "se ponga en punto muerto", porque desde que lo conozco y frecuento me siento menos aislado en este mundo cofrade a veces tan maravilloso, a veces tan incomprensible, pero siempre tan a flor de piel. En muchos lugares como en mi ciudad, la mayor parte de los cofrades confunde tradición con inmovilismo. Somos pocos los que queremos seguir creciendo, los que entendemos que si nuestros antepasados se hubieran contentado con no hacer nada, hoy no sacaríamos las túnicas a la calle. Somos pocos los que, en fin, aplicamos a esto, como a todo, un sentido crítico que parece pasado de moda en esta sociedad de afiliaciones ingenuas, partidismos baratos y sectarismos disimulados de normalidad; en esta sociedad del "no pasa nada" y del "a mi me da igual". Pero gracias a tu blog, un joven nazareno conquense que, por motivos vitales, vive un exilio cofrade en la capital, no solamente se ha sentido menos solo, sino que además ha descubierto que ese exilio es menos tal cosa, y más cofrade.

Solamente puedo elogiarte, y es lo que hago. No por adulación, ya que en este medio tan impersonal, donde ni siquiera los que nos leemos sabemos cómo somos, ¿qué sentido tiene adularse? Lo hago con toda sinceridad, porque creo que lo mereces. Este blog ha sabido penetrar en la esencia de la Semana Santa madrileña, para llegar al doloroso fondo de muchas cuestiones. Ha sabido hacer lo más difícil: apartar la autocomplacencia y proyectar luz para sacar sombras sobre aquello que uno ama y siente hasta en la última fibra de su cuerpo y alma. Quienes hacen tal cosa son quienes merecen el apelativo de preclaros. Y quienes, ante la crítica más sincera y fundada, se rasgan als vestiduras y se sienten atacados, solo merecen ser vistos como el Sanedrín que coloca la cruz sobre una Semana Santa que, pudiendo ser grandiosa, sigue siendo desconocida, cerrada y llena de carencias.

Ya que no dejas esta puerta cerrada te digo: ojalá el día de mañana haya cosas que criticar, para que algunos como el que suscribe te leamos. O mejor dicho, devoremos tus entradas, que al fin y al cabo es lo que hacemos. Y ojalá haya mucho que criticar, para bien o para mal, porque significará que hemos crecido y somos más, y más activos.

Como te digo, solamente quiero, para terminar, darte las gracias por tantas horas de interesantes lecturas, de reflexiones profundas, de ideas y sueños y proyectos que, quién sabe, quizás algún día vean la luz. Tú has encendido una luz en la mente de muchos cofrades que soñamos con un Madrid a ritmo de tambor. Los caminos del Señor son inescrutables. A veces, los justos hablan desde el silencio, y los injustos ladran con estridencia. Ojalá que los caminos que Él te ha reservado te conduzcan de nuevo aquí.

Un abrazo de hermano.