jueves, 25 de septiembre de 2008

Breve comentario sobre la Procesión de Ntra. Sra . de Guadalupe

Vistos los "vídeos" publicados en Youtobe
http://es.youtube.com/watch?v=rpjBh8jneqo
http://es.youtube.com/watch?v=Rnpl79xuybg

Algunas cosas buenas se pueden sacar, de un lado, lo sencillo que puede llegar a resultar montar un paso, ahí lo tienen ustedes, un paso montado con sencillez pero que consigue ser un paso digno, un paso que tiene eso que muchos en Madrid llamábamos "empaque" (termino un poco taurino, pero que creo que ustedes, los leyentes de este blog, podrán entender). Es decir, que cuando se atina con la elección de los elementos ornamentales, cuando se prefiere la sencillez digna frente a la ostentación ridícula, cuando se prefiere poco y de calidad frente a un poquito más pero de ínfima calidad, cuando las cosas se hacen con un criterio dónde lo que ha de primar es la dignidad y se rechazan apaños y lo eventual se entiende como eventual, se alcanza finalmente esa dignidad necesaria siempre que se hace algo que no es necesario, cómo es poner un paso en la calle.
Entiéndanme ustedes, digo que no es necesario, desde el punto de vista de una hermandad como esta de Guadalupe. Deben de saber que sí que creo firmemente que es muy necesario para nuestra sociedad que cuídemos nuestro patrimonio espiritual y nuestra cultura fomentando poner pasos en la calle, porque nuestra cultura, bien que pese a algunos, es una cultura cristiana, es una cultura con fuerte arraigo a eso que se ha llamado "religiosidad popular" y que consiste muchas veces en poner un paso en la calle.
Bien podría decirse por tanto que el montaje de este paso, tiene muy buena pinta, y que tiene una gran proyección, más de uno pensaría que este tipo de paso, sobre todo en cuanto a la ornamentación, podría ser el primer paso para dar mayor dignidad a esos pasos más ridiculos y peor ornamentados que se ven en las calles de Madrid y que además precisamente no son así ni por eventualidad, ni por urgencia, ni por ser el principio,esos pasos hechos y terminados ya, y que por tanto no han de mejorar (ya sabemos son cosas del conformismo y de la pereza)
Dignas , parecen desde fuera las piezas de orfebrería, limpias, en un material decente, y miren que me mojo, porque lo veo en un vídeo. El paso, podríamos soñar e imaginarlo mucho más majestuoso, con mejores bordados, etc. pero podemos decir, en definitiva, que está bien montado, eso en Madrid es de agradecer, cuando en unos meses veamos a nuestra patrona, la Virgen de la Almudena, en un paso que a pesar de tener más dinero, va peor montado, porque le han puesto demasiadas flores, porque no han pensado en colocar una orfebrería adecuada, etc. etc. etc.
¿No clama al cielo, que una salida humilde como esta, de lecciones de dignidad a la salida de la Patrona de Madrid? ¿No clama al cielo que nos guste más este humilde paso, frente al paso de la patrona...?

A costal:
Bueno, a mí es algo que en Madrid me gusta, pero que no considero necesario para que las cosas sean dignas, antes de ver este vídeo, pensé en que iba a ver unas parihuelas, lo cual tampoco me habría disgustado. Tampoco me parecen indignas las carrozas, pero cuando van correctamente ornamentadas. Obviamente el ritmo en un paso de costal es muy hermoso de ver, da más espectacularidad, y es una buena manera de fomentar una forma de llevar los pasos con muchas ventajas, que todos los buenos cofrades ya conocemos, pero no obstante no es causa suficiente para que despreciemos directamente otras formas de portar las imágenes en la calle.

La música:
Hay que tener cuidado con la elección de la música, a mi me encanta "encarnación coronada"
pero la música siempre debe ser la adecudada a cada imagen, a cada paso, entiendo que una cuadrilla de costaleros pueda precisar marchas que ayudan a andar al paso, sobre todo en pasos de este tipo, pero debemos entender qué imagen es la que se lleva encima, una gloria es una gloria, pero además una gloria con procedencia del norte de Extremadura, y además en Madrid, no es la virgen de los reyes, por eso hay que cuidarse de no ser más papistas que el papa, o dicho de otra forma, hay que cuidarse de nos ser más sevillanos que los sevillanos. Si Estamos en Madrid con la Virgen de Guadalupe, la vamos a llevar en una paso de costal... no ricemos el rizo con "Coronación de la Macarena", "Encarnación coronada" "pasan los campanilleros" etc. etc. Busquen himnos, marchas, cosas más neutras, porque en Madrid, una ciudad hecha de personas que en su mayoría proceden de otras partes de España, hay mucha sensibilidad a la hora de asignar procedencias, no se debe dejar que la gente entienda que la virgen de Guadalupe la están sacando sevillanos, y que por tanto se enajenen de esta nueva tradición, se debe fomentar que la gente piense que a la virgen de Guadalupe de Madrid la están sacando madrileños ¿cómo? pues no siendo en todas las formas sevillanos... Es una crítica sutil, porque en realidad a mí todo esto me gusta, pero se trata de buscar que haya una identificación lo mayor posible con el pueblo, con todo el pueblo, no solo con aquel que recuerda en su Andalucía natal imágenes llevadas a costal con este tipo de marchas.

La critica mayor:
Empiezo a pensar que es cosa del templo, que hay un virus en la calle Arenal, o en las propias naves de San Ginés, pero... ¿Otra vez sacando una imagen con un plástico?... No aprendemos, no vemos los fallos de los demás,¿ o es que nos puede el ansía? El deseo de sacar una imagen a la calle es imperioso, sobre todo cuando son días, meses, años los que se está preparando un evento como este, que son muy costosos y tienen mucho trabajo detrás... Pero otra vez estamos dando prioridad a nuestros deseos, a nuestro interés como corporación, como hermanos, como costaleros y capataces, etc. que a lo que verdaderamente tiene interés, que es hacer las cosas con dignidad...
Los plásticos déjenlos para los toros, el fútbol, etc. si llueve, se retrasa o se cancela. Poner en riesgo patrimonios no es de recibo, poner en riesgo y en evidencia la dignidad de una imagen con un plástico no es precisamente digno de alabanza, sino de vilipendio y de la mayor y más dura de las críticas.