lunes, 15 de junio de 2009

Elecciones


Aún están recientes las elecciones de la hermandad de los estudiantes y están en pleno proceso electoral en la hermandad macarena de Madrid.
Sin embargo hay poca reflexión pública en torno a este hecho, sé sobradamente que no hay ningún interés por parte de los medios de comunicación, y lógicamente tampoco hay un interés mayoritario en nuestra sociedad capitalina en torno a estos procesos electorales, pero en el ambiente cofrade sí se debería prestar más atención al elemento participativo.
En los años que llevo metiendo la nariz en los ambientes cofrades madrileños no he palpado mucho interés en este tema electoral, que es vital en una hermandad.
Más bien todo lo contrario, parece que hay un desinterés enorme en la participación en los asuntos máximos de una hermandad.
Algunas reflexiones electorales.
De momento debo decir que solo conozco procesos electorales en las hermandades de los gitanos, macarena y estudiantes, y por contra en el tiempo que llevo “redescubriendo” las corporaciones nazarenas de Madrid, dejáremos aparte las glorias, no conozco procesos electorales en otras hermandades, tales como Medinaceli, Pobre, Cruzados de la Fe, Siete Dolores, Soledad, Yacente,
Las elecciones parecen o bien no existir o bien ser un sencillo trámite.

Me pregunto si todos los hermanos del Pobre, de los Cruzados, de los Siete Dolores, están tan satisfechos con el gobierno que tienen que no impulsan la celebración de Elecciones y si existen que no forman una candidatura alternativa.
Pero no son los únicos casos de plenitud gubernamental, en otras hermandades a pesar de haber elecciones revalidadan continuamente los mismos hermanos mayores y uno se pregunta si tan bién lo harán, y si no hay hermanos dispuestos a dar una alternancia en el gobierno, siempre buena.
Me sorprende porque habituado a otros ambientes cofrades más convulsos, que no por ello peores, sino mejores porque esa agitación supone un mar de interés y de participación, y eso siempre es positivo.
En la hermandad de la Soledad hace un tiempo se anunciaban elecciones y un posible cambio en el poder, sin embargo me ha llegado la constatación de que sigue gobernada por la misma ilustre persona.
En otras hermandades a pesar de haber hermanos descontentos luego a la hora de haber elecciones no plantean la alternativa y solo hay una candidatura. Sigo a estas alturas preguntándome si hubo un "castigo electoral" a la junta del Divino Cautivo que permitió que parte de su patrimonio sufriese, como yo creo que hubiese hecho de ser hermano, o si por contra estamos hablando de que revalidaron los mismos y que luego solicitaron ayuda para resolver el desaguisado, una vez más falta de información y esa información como sucede en los estados más autoritarios provoca la falta de crítica, y sin crítica no hay ni evolución ni mejoras.
En Madrid no conozco casos de hermandades regidas por juntas gestoras, no es que lo desee, es que me extraña, máxime si observamos el estado de decadencia de algunas corporaciones, es algo inusual, y no solo en el Sur de España.
Pero otras que al parecer están en un momento de apogeo, y que ya no les queda nada por mejorar, como por ejemplo la macarena, y que parecen no tener límites no tienen porque estar libres de la crítica y de la exigencia. La autocomplaciencia es perjudicial, pero no sabe uno cúal es más perjudicial, si la autocomplaciencia de las juntas o de los hermanos que no exigen más.
¿No hay más retos para hermandades como el Pobre, los Estudiantes o la Macarena?
Estoy convencido de que sí, retos en cuanto a hermandad y retos en cuanto a cofradía, si aceptamos aquella distinción entre dos términos que la RAE reconoce como sinónimos pero que la practica cofradiera sevillana extendió como dos elementos distintos uno referente a lo que consideraríamos la procesión penitencial y otro referente a la actividad de la corporación todo el año.
En cuanto a cofradía, ¿No deberían impulsar aquellas hermandades con más éxito y apoyo mejoras en los recorridos, o en la música, quizás impulsando la formación de bandas de calidad suficiente? ¿o avanzar hacía una carrera oficial, quizás impulsar una estación penitencial más solemne por qué no en la Catedral? o bien fomentar que los medios de comunicación informen más y mejor
En cuanto a hermandad ¿No sería lo propio buscar más hermanos, apoyar a otras corporaciones o fomentar más la unión entre hermandades? Quizás debieran plantearse actividades comunes como por ejemplo un cartel de semana santa más digno, un pregón más adecuado, en definitiva hacer profesión de fe y ejercicio de lo que es una hermandad y lo positivo que resulta en nuestra iglesia actual y en nuestra sociedad.
No todo consiste en un política interna, a veces las hermandades con más fuerza deben tirar del carro, en beneficio propio y de todos.
Quizás me haya equivocado al hacer estos planteamientos, pero seguro que no me equivocado cuando hablo de la poca información que trasciende y del poco interés que se toman los hermanos en los gobiernos de sus hermandades, y todos los lectores comprenderán que cualquier error en esta entrada se debe a la desinformación y no a la falta de interés por parte del que escribe, que más quisiera yo que las elecciones fueran algo común en las hermandades, no sólo en su realización sino en la participación y que realmente fuesen el vehículo para dirimir y pulsar las disconformidades en vista de un mejor hacer y una exigencia permanentemente alta, porque estoy convencido de que del debate y de la crítica constructiva solo salen cosas buenas, y mucho mejores que las que salen del conformismo y de la desgana.