lunes, 22 de febrero de 2010

El huevo o la gallina

Pues hoy se más que ayer, quizás menos que mañana...
¿Qué fue antes el huevo o la gallina? ¿Archicofradía o comunidad capuchina?


Me he pasado por uno de los centros espirituales de la cristiandad, sí, creo que no es exagerado decirlo, la basílica de Nuestro Padre Jesús Nazareno, es un centro devocional de primer nivel en el mundo católico. Lo que ocurre es que le falta propaganda, aunque parezca mentira, le falta el reconocimiento de los suyos, le falta la apreciación correcta de unos ojos que no por cercanos no dejan de ser miopes del todo.

Porque si esta devoción estuviera en otras manos y en otra ciudad no me cabe ninguna duda de que el reconocimiento sería mucho mayor y por tanto no habría ninguna duda sobre la frase por la que he comenzado "uno de los centros espirituales de la cristiandad" Tanto como la basílica del Rocío, la Basílica del Gran Poder o de la Esperanza Macarena de Sevilla, más seguro que la basílica de la Virgen de las Angustias de Granada, tanto como la basílica del Pilar de Zaragoza, porque... ¿Quién no conoce al nazareno de Medinaceli?



Pues he aquí que algunos, muy cercanos tratan a la basílica como una cosa menor, como una iglesia más de tantas en la ciudad, y al titular de la iglesia, de la basílica, como lo menos importante, y hay que decir que la primera piedra de ese templo es de madera... se puso por él y para él.




Más allá de hablar del estado y reconocimiento de la basílica, que sorprendentemente no se llama como su titular sino que recibe su sobrenombre "Basílica de Jesús de Medinaceli" ¿?



De lo que quiero hablar aquí es de su Archicofradía y de los RR PP hermanos franciscanos capuchinos que se ocupan de antender la imagen del señor de Madrid.





Pues para los reverendos padres parece que la imagen del señor de Madrid es una imagen más de tantos cristos que hay, y la hermandad es algo así como una "vaca" a la que ordeñar. Esta frase contundente, no la digo yo, aunque si la escribo, sino que me la han dicho a mí. O sea que es una voz populi que corre por Madrid y sus pequeños medios cofrades pero que nadie se atreve a decir en alto.



Porque me preguntaba yo el grado de responsabilidad de la Archicofradía de Medinaceli, pensaba yo que era otra cosa y he descubierto que no es más que la voz de su amo.



Porque todo lo que crean ustedes que hace mal o bien la archicofradía no se lo atribuyan a la archicofradía sino a los padres franciscanos capuchinos.

Estos son los que realmente cortan el bacalao en la basílica, que es su casa.
El Cristo, queridos madrileños es suyo. Así como suena.
Quizás siempre estuvimos equivocados, lo fue desde siempre, tan solo dejo de pertenecerles cuando se lo arrebataron los moros de Mámora, luego estuvo cautivo de tantas manos piadosas que lo quisieron y lo trajeron aquí... hasta que volvió a ser suyo allá por el año 1895

Tan solo creo la intervención de los Duques de Medinaceli, del propio Rey o del estado podría poner en jaque dicha propiedad.

Y es que los derechos siempre fueron un tema no menor, sino capital en todo lo que toca a cofradías y clero, regular o no.

Son muchas las hermandades que pleitearon largo con comunidades religiosas y con parroquias por la propiedad de una imagen, también en Madrid, incluso por este cristo hubo pleitos en otras épocas.

¿Y por qué pleitos? Pues simplemente porque el dueño de un cristo es el que hace con el cristo lo que quiere, obviamente en el buen sentido, no esperamos ni que religiosos ni que hermandades vayan a usar una imagen de perchero... que todo podría haberse visto...

El caso es que tenemos una archicofradía, con mucho lustre, ya con sus 300 años de historia, con concesión pontificia, cabeza autoproclamada de otras muchas, y sin embargo es la que menos poder tiene sobre su titular. Son muchas menos las decisiones que está capacitada para tomar la archicofradía que sus muchas filiales cofrades.

Así me dicen que no pueden decidir cómo vestir al nazareno, o no tienen potestad para decidir muchos aspectos de la procesión, es más la procesión es algo en lo que participan, pero no es suya. Dicho de otra manera, podemos decir que la procesión es como es, porque no es la estación de penitencia de la archicofradía, sino la procesión de Jesús de Medinaceli, en la que se inserta la archicofradía.

Caso curioso pero cierto, así pues si el año pasado nadie salió a recibir a la hermandad de los gitanos a su paso por las puertas de la basílica fue decisión de los regentes del templo, no de los esclavos, sufridos esclavos, nunca un nombre estuvo mejor puesto...

Si el señor no sale a hombros de sus esclavos dispuestos muchos a ser sus píes, no es por voluntad de la archicofradía sino de los custodios del señor de Madrid, sus dueños.

Si el señor sale o deja de salir no es decisión de la junta de gobierno de la archicofradía sino de los padres capuchinos.

¿Qué le queda entonces a la archicofradía? Pues hasta ahora la resignación a la esclavitud, quizás sea por la cuestión del nombre, pero parece ser que no está dispuesta a levantar la voz contra sus amos, que en vez de ser el señor, nuestro padre Jesús, son los veleidosos padres franciscanos.

Sumisa la corporación, que no ha obtenido después de tanto tiempo de servicio ni siquiera el titulo de franciscana, ni de seráfica. Y esto es lo que más me indigna, y no soy esclavo, la diferencia de trato con otras corporaciones que residen en templos regentados por franciscanos capuchinos,¿ por qué para unos tanto y para otros tan poco?

Es sorprendente ver que la sumisión de la archicofradía madrileña haya resultado en un premio así, el ninguneo.
¿premian entonces más los frailes capuchinos a los levantiscos que a los dóciles?
Parece que sí.
Quizás haya llegado el tiempo en que los esclavos deberían pasar a ser cofrades antes que esclavos y plantearse a quien están sirviendo, si al señor de Madrid o a los frailes capuchinos
Quizás debería llegar el momento de levantar la voz y hacer un plante.
Debería llegar el momento de recurrir donde fuera preciso para acabar con un despotismo, quizás ilustrado, pero despotismo en la manera de gobernar los asuntos en la basílica.

Todo esto es sin hablar de dinero, y sin entrar a valorar la gestión que hacen los frailes capuchinos del regalo que les hicieron hace tanto tiempo los duques de medinaceli, la basílica, un regalo muy cuantioso al que más rédito han sacado a buen seguro, quizás los queridos frailes, y no es una ironía, deberían plantearse muy bien si devuelven están devolviendo a los devotos madrileños todo lo que han recibido durante tantos años...

lunes, 15 de febrero de 2010

Una medalla de Oro







Si alguien se la merece, es él.

Una medalla de oro, simboliza muchas cosas, las ciudades las entregan a sus personajes más ilustres, concédiendolas las ciudades reafirman la naturaleza de ese personaje, viene a ser como decir "este es de aquí". Pero también ganan lustre, si el personaje en cuestión es alguien relevante de verdad la ciudad gana en relevancia, cúantas veces nos acordamos de muchos sitios por que en ellos nació mengano o perencejo.


Madrid, capital de España, ciudad grande, cosmopolita, una de las grandes ciudades de Europa, no necesita que nadie le de más fama.


Otras veces la medalla de oro es una cuestión de justicia, se concede a alguien que se la merece, sin más: "¡cómo no se la vamos a dar, con lo que ha hecho por nuestra ciudad!!" aquí estaríamos hablando de personalidades filantrópicas a más no poder.


Todo lo dicho vale también para instituciones, con más razón aún si cabe. Las instituciones son colectivos de personas, que muchas veces de forma altruista realizan grandes bienes en beneficio de sus conciudadanos, ese beneficio se puede medir en prestigio, en cultura, en caridad etc.


Quién no pensaría que el Real Madrid, el Atlético de Madrid, el Estudiantes, el Canoe Vera son dignos candidatos a recibir la medalla de la ciudad cuyo nombre pasean por el mundo entero.


¿No merecería la medalla el Museo del Prado que tantos visitantes atrae a nuestra ciudad y nos pone en primer lugar en el mundo cultural? Muchas instituciones son las que hacen a nuestra ciudad especial y es justo que sean reconocidas con la medalla de la ciudad que las acoge.


Pero si Madrid quiere hacer justicia a alguien debería empezar por hacérsela a sus fundadores, y sin ninguna duda Madrid no existiría sin una figura histórica de primer nivel, probablemente la figura más importante de la humanidad, para la humanidad. Jesucristo.

Indiferentemente que no se crea en que Jesús es el Salvador, Dios hecho hombre, es obvio que estamos hablando de una figura que históricamente es relevante en un nivel máximo. Madrid no existiría sin Jesús, de hecho no existiría ni España, ni la Europa que conocemos, todo habría sido de otra manera.

Así pues es adecuado pensar en este personaje histórico tan importante, si fuéramos una ciudad musulmana tendría sentido pensar probablemente en conceder la medalla de oro a Mahoma, si fuéramos una ciudad budista concedérsela a Sidarta Gautama, o si fuéramos una ciudad confucianista concedérsela a Confucio.


Creo que estaremos de acuerdo en que la mayoría de los madrileños hoy por hoy son cristianos, en diferentes confesiones, claro, entre las que destaca la católica.


Alguno me dirá que esto fue primero una alcazaba musulmana, toda la razón, pero lleva muchos más años siendo una metropoli cristiana, capital de un país de cultura cristiana... No es momento de reinventar la historia, se puede cambiar el futuro, no el pasado.


Pero no imagino a nuestro alcalde convocando al Señor al salón de plenos de la Plaza de la Villa para concederle la medalla de oro de Madrid. Quizás él obrara el milagro, pero creo que mejor somos un poco más humildes y pensamos en concederle la medalla a la imagen más venerada en Madrid de Jesús:



Para muchos católicos, e incluso para algunos no católicos, Jesús Nazareno "de Medinaceli" es la representación preferida de Jesucristo.

No en vano es una de las imágenes más reproducidas del mundo, reproducida en miniaturas de plástico y de escayola. Presente, imagino, en los cuatro continentes.

El Señor de Madrid es conocido internacionalmente, pero sobre todo querido en Madrid, con fervor, aunque solo fuera por eso merecería la pena pensárselo.

El señor de Madrid reune muchas condiciones, no sólo estamos ante una imagen que cuenta con el fervor y el cariño de los madrileños, o muchos de ellos, sino que también estamos ante una gran obra de arte, ese mismo valor lo salvó de la humedad y de otros muchos peligros cuando aquellos que defendían la II República Española acantonados en su templo decidieron que se fuera con el tesoro del estado hasta Ginebra. Es que además el señor de Madrid es poseedor de una gran historia, de leyenda y de devoción.


Pero he aquí que en nuestra ciudad algo que es cotidiano en todas las ciudades de España no va a pasar, ni siquiera como reconocimiento a una institución tres veces centenaria como es la Archicofradía de Medinaceli, no todas las instituciones de nuestra ciudad pueden decir que tienen tres siglos de antigüedad, por algo será...

Así pues el Ayuntamiento, que es el representante de todos los madrileños, podría decidirse a conceder a Jesús Nazareno "de Medinaceli" la medalla de oro, algo que creo que no iba a ser mal visto por la mayoría de los madrileños, y si bien visto por una amplia minoría.

Pero eso no va a pasar, porque los alaridos iban a llegar hasta la Luna.

No puso nadie objeción a que se la concedieran a Nadal, balear hasta la médula, cuya relación con Madrid supongo debe ser por los famosos master de tenis, no vamos a hacer ninguna referencia al equipo de copa Davis que tenía ciertos problemas con la altitud de Madrid y prefería jugar en Barcelona, pero sí a que Nadal, como es lógico es imagen de su tierra, las islas Baleares, no de la ciudad de Madrid.

No, no estamos en un momento propicio, por más que la efeméride se empeñe, para conceder medallas de oro a ningún cristo. Simplemente porque hay muchos que se empeñan en hacer de nuestra sociedad eso que llaman una sociedad laica. Que el Estado sea laico, eso es comprensible, aceptable, lógico y deseable pero hacer una sociedad laica, ¿ya nadie se acuerda que eso ya lo intentaron en una cosa que se llamó URSS, que por cierto fracasó?


El caso es que si al alcalde se le pasase por la cabeza, que no se le va a pasar, el grupo socialista, mismo partido que en otras muchas ciudades concede medallas de oro a diestro y siniestro iba a poner el grito en el cielo, y eso que no creen... No veo a Zerolo poniendo buena cara, curioso, porque estoy seguro que allí estaría si se la concedieran al califa abderramán por ejemplo... y eso que ya sabemos todos lo bien vistos que están los matrimonios homosexuales en los países árabes...

Lo que dudo es si sabrá el inclito concejal, su grupo y todos los alérgicos a imagenes cristiferas, como si fueran vampiros... Que el señor de madrid tiene un homónimo, Jesús de Medinaceli, llamado "Señor de Ceuta" y que aquel, creo, sí tiene la medalla de oro de su ciudad.
Cálculos electorales aparte, en una sociedad donde la Iglesia se ha vuelto antipática por naturaleza, entra en política a todas horas y confunde pastorear la grey con aporrear a la grey parecería que la medalla se la dan al señor cardenal-arzobispo, pero no oiga, la medalla se la darían a un cristo...



¿Cree alguien que eso se iba a explicar así, llanamente en los periodicos? No, si la medalla se concediera, para unos sería un abuso; una institución laica como el ayuntamiento concediendo una medalla de oro a un cristo... ¡qué oprobio! Cuando lo que se impone es quitar cristos no sea que le peguen a alguien.



Pero se equivocan: No, No es la medalla del ayuntamiento, es la medalla de la ciudad , que no es laica ni viene en ningún lado que tenga que serlo, aunque aún son capaces son de decir "¿Qué ha hecho el cristo para que se la concedan?" Mas o menos lo mismo que Joaquin Sabina, Di Stefano, Raúl González y algunos otros... Solo que a este señor, que da nombre a una plaza, a una calle y a una basílica, la gente le quiere y le adora, literalmente, y lo lleva haciendo 300 años.

Para los otros sería el triunfo absoluto de una idea, mejor dicho de una contraidea... Tampoco, la medalla se la conceden a un cristo, que como he dicho no vota. Que nadie se piense que se la dan a él o a ellos, aunque no faltaran guitarras proclamando loas a la familia, la fe, la vida y cuantos otros absurdos que no vengan al caso.

Como políticos tenemos, medalla no habremos.

Menos mal que el lleva todos los días el orgullo de saber que está presente en tantos hogares, que son miles de millares los que acuden a sus pies a pedirle por sus cosas, que son miles los que le llevan prendido del cuello, eso no se lo tiene que conceder nadie.